Otones de Benjumea, pueblo de la provincia de Segovia, situado a 30 kilómetros al norte de la capital y muy próximo al centro comarcal de Turégano. Desde 1972 está agregado al ayuntamiento de Torreiglesias. En la actualidad cuenta con una población inferior a los 100 habitantes.
Aunque no se sabe con certeza cuáles fueron sus orígenes, en el libro El caso de Otones de Benjumea consta que «…formó parte de uno de aquellos señoríos con que los reyes pagaban a sus servidores los esfuerzos por estos realizados en las guerras de Reconquista…». Su nombre hasta el siglo XX era «Los Otones» u «Otones», en clara alusión a los cerros o altos que caracterizan el paisaje de su entorno., El término de Benjumea se añadiría en 1927, a propuesta de sus habitantes, en reconocimiento al buen hacer del Director General de Acción Social, D. Luis Benjumea, quien facilitó el que sus vecinos pudieran adquirir las tierras que trabajaban y las casas en que vivían, hasta entonces propiedad de la nobleza.
Museo de Otones de Benjumea
La agricultura y la ganadería han sido desde siempre sus principales fuentes de riqueza económica, si bien en el momento presente estas actividades ocupan a un pequeño sector de la población, debido al alto índice de envejecimiento que se registra.
En cuanto a sus construcciones, destacan la Iglesia de San Benito Abad, la vieja Casona del Marqués y sus dependencias recientemente rehabilitada y utilizada como centro sociocultural-, así como numerosas muestras de la arquitectura popular representativa de la .provincia esgrafiado segoviano, disposición de las tejas en las cubiertas de los edificios con su cara cóncava hacia arriba, pozos, empedrado de patios y calles, etc. Entre sus espacios naturales, que componen un paisaje típico de la meseta castellana y cambiante en cada estación del año, son de especial interés los conocidos como
“Las charcas” y “Las cuestas”, parajes ubicados en el cordel del Rancho del Faro, cuya rehabilitación se acometerá en un futuro próximo.
Desde el punto de vista cultural, además de la celebración de sus fiestas patronales -de San Antonio en el mes de junio y de San Benito en el mes de agosto-, merece destacarse la labor de recuperación de otras manifestaciones festivas tradicionales como, la matanza y los carnavales. Por otra parte, la A. C. «El Corralón», encargada de impulsar la vida cultural de la población, está consiguiendo dotar de dinamismo y vitalidad a este pequeño y representativo núcleo rural castellano-leonés.
AUTOR/A: Miguel Angel Cerezo Manrique, y Juan Francisco Cerezo Manrique
Edita: Segovia Sur