Uno de los testimonios del riquísimo pasado industrial lanero de la provincia de Segovia se aprecia en los ranchos de esquileo.
En este libro se describen minuciosamente las estancias y el ambiente del rancho de Cabanillas del Monte, hoy convertido en un museo. Pero, además, de hacer un repaso por la etnografía de la trashumancia, se recorren las cañadas y se describe minuciosamente el oficio de esquilador.
Los profesores Oscar Cruz y Jorge Soler nos transmiten, a través de estas paginas el esplendor y la decadencia de una actividad íntimamente relacionada con la economía y la cultura de Segovia.
El Esquileo de Cabanillas del Monte
Han pasado ya algunos años pero recuerdo aquel día, lluvioso y frío, del invierno segoviano, que esperábamos en Cabanillas a D. Luis-Felipe de Peñalosa y Contreras, vizconde de Altamira de Vivero, para que nos enseñara su esquileo. Fue puntual y nos sorprendió verle llegar en vespino.
Nuestro equipo, formado por ocho alumnos y tres profesores del Instituto Ezequiel González (*), franqueó la puerta, y recorrió sus dependencias observándolo todo, atentos a las explicaciones que D. Luis-Felipe daba a nuestras preguntas.
Rastreamos, croquizamos, medimos, fotografiamos y nos sumergimos en ese mundo ya mudo, del pasado industrial segoviano de la tan poderosa industria de la lana.
Nos admiró su sólida construcción, su racionalidad funcional al servicio de una actividad que se puede seguir recorriendo en sus dependencias.
Todo tiene un porqué; el bache bajo, las ventanas grandes, las lonjas cercanas, el abrevadero junto a los corrales y su situación, ala vera de la cañada.