La ganadería extensiva retorna a sus prácticas tradicionales.
El programa de desarrollo rural Segovia Sur viene desarrollando desde primeros del pasado mes de diciembre una campaña informativa dirigida a los ganaderos de extensiva al objeto de dar a conocer la legislación que permite desde mayo de 2013 dejar cadáveres de animales en el campo. Según este decreto, los cadáveres de las ganaderías extensivas autorizadas podrán no ser recogidos del campo para que puedan ser consumidos por las carroñeras en determinadas zonas.
Este decreto da la posibilidad a las ganaderías extensivas de poder dejar los cadáveres de los animales en las parcelas donde se hallasen pastando en el momento de su muerte, con el fin de que puedan ser aprovechados por especies. Siempre que estas parcelas estén alejadas de cascos urbanos y de instalaciones pecuarias, caminos, pistas forestales, carreteras, cursos de agua superficial o subterránea, comederos, bebederos, tendidos eléctricos y lugares que no impliquen riesgos sanitarios para las personas y los animales. La semana pasada tuvo lugar una reunión de trabajo en la sede de Segovia Sur del proyecto de cooperación regional ‘Fanega’, que agrupa junto a Segovia Sur, a otros cuatro grupos de acción local de las provincias de Valladolid, Salamanca, León y Palencia. Si la ganadería siempre ha sido una actividad compatible con el medio ambiente, el grupo de acción local de Segovia Sur está convencido de que este decreto sitúa al ganadero como garante de la biodiversidad y a la ganadería como actividad que ayuda a mejorarla. Sin duda, consideran que estas prácticas contribuirán a disminuir el número de ataques de lobo a las explotaciones ganaderas de la zona y la presencia de aves carroñeras permitiría el incremento de la actividad turística de la observación de aves y del turismo ornitológico.